El sector de la iluminación LED hortícola está en pleno auge, y con él llega un mundo de terminología. Para quienes trabajan en este sector, comprender la terminología y los métodos de medición es crucial para seleccionar soluciones de iluminación adecuadas y eficaces para su aplicación.
Eficacia y eficiencia son dos términos similares que a menudo se utilizan indistintamente. Sin embargo, siguen representando conceptos diferentes relacionados con el rendimiento de la iluminación. Ambos pueden influir en el crecimiento y el rendimiento de las plantas, por lo que, dependiendo de la aplicación del usuario, la relevancia e importancia de cada término variará. La iluminación hortícola tiene muchas aplicaciones, desde laboratorios de investigación a pequeña escala hasta explotaciones de interior a gran escala, y cada una de estas aplicaciones tiene sus propios requisitos y prioridades específicos. Así pues, aclaremos la diferencia.
En la iluminación hortícola, se refiere a una medida que indica la cantidad de radiación fotosintéticamente activa (PAR en inglés) por vatio (W) de potencia eléctrica absorbida. Un sistema de iluminación con altos niveles de eficacia significará que hay una mayor cantidad de energía luminosa, fotones fotosintéticos, que se entrega a las plantas expuestas permitiéndoles realizar más fotosíntesis. Se muestra como una relación de micromoles por julio (μmol/J). Los niveles de eficacia pueden verse influidos por el tipo de tecnología de iluminación utilizada. Los sistemas de iluminación HPS (sodio de alta presión) más antiguos, por ejemplo, suelen ser menos eficaces que los sistemas de iluminación LED y tienen una menor eficacia, lo que significa que son menos efectivos a la hora de promover el crecimiento y el desarrollo de las plantas.
Los usuarios que más consultan este término son los de invernaderos ya que por tamaño, tienen que tener la mejor eficacia μmol/J para tener mayor radiación fotosintéticamente activa, producir más y mejorar los tiempos de retorno de inversión por mayor productividad.
Este término se utiliza de forma más general en el mercado de la iluminación. Mide e indica la cantidad de potencia luminosa que produce una fuente de luz por unidad de potencia eléctrica de entrada. Dentro de la horticultura en concreto, se refiere esencialmente a la cantidad de energía convertida en luz para el crecimiento de las plantas. Los niveles de eficiencia más altos indican que hay menos energía eléctrica desperdiciada en forma de calor u otras formas de radiación. Por lo tanto, la eficiencia puede ser una consideración clave para los usuarios que buscan reducir los costes energéticos y minimizar su impacto medioambiental.
Usuarios de cultivo interior controlado, cultivo vertical multinivel son los que más consultan este término a la hora de elegir una iluminación adecuada a sus necesidades energéticas..
En pocas palabras, la eficiencia mide la efectividad con la que una luminaria convierte la energía eléctrica en fotones fotosintéticos y se mide como la relación entre la potencia de salida de luz y la potencia de entrada eléctrica (W/W).
La eficacia indica la efectividad con la que un dispositivo de iluminación convierte la energía eléctrica en energía luminosa y se mide como la relación entre la producción de fotones fotosintéticos y la potencia eléctrica de entrada (μmol/J).
Con una mayor eficacia, se suministra más energía luminosa a las plantas y éstas pueden realizar más fotosíntesis. Cuanto mayor sea la eficiencia, menores serán los costes operativos y el impacto medioambiental de una luminaria LED.
Un sistema de iluminación no tiene por qué ser a la vez eficaz y eficiente. Puede ser muy eficiente en la conversión de energía en luz, pero si la luz emitida no se adapta bien a las necesidades específicas de las plantas objetivo, puede no ser eficaz para fomentar el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Del mismo modo, un dispositivo de iluminación podría ser muy eficaz y tener éxito a la hora de promover el crecimiento de las plantas, pero si es ineficiente a la hora de convertir la energía en luz, no será una solución rentable para sus usuarios.
El conocimiento de estos dos términos permitirá al usuario elegir con mayor claridad la marca y modelo de luminaria LED que necesita y se adapta perfectamente a sus necesidades actuales de producción. La iluminación LED en un presupuesto es una partida muy importante pero a la vez necesaria para tener una constante DLI óptima según estación y así, tener cultivos homogéneos y replicables. Es importantísimo tener claro lo que necesita el cultivo y apostar por marcas o partners que te lleven al siguiente nivel de producción.
En AGBIOSUPPLY tenemos una amplia experiencia en la consulta de iluminación LED adecuada para cada instalación, cultivo y fase o fases del cultivo que el usuario necesite. Consulta tu caso en comercial@agbiosupply.com